
El objeto de hoy es un elemento súper cotidiano, el vaso. Los hay de todas las formas, tamaños, modelos,... de cristal, de cerámica, de metal,... Nosotras hemos decidido utilizar una tacita de café para realizar una sencilla imagen que juegue con un duo-tono, el blanco y el rojo, dos colores que personalmente me fascinan a la hora de utilizarlos en fotografía.

Nosotras decidimos hacer un retrato muy sencillo en los que los protagonistas fuesen los elementos de color rojo, ese sombreado en los ojos y esas marcas de sangre. Jugando con una ambigüedad en la que el rostro sereno y dulce de Silvia tiene un toque de perversión por la simbología que hay detrás.
¡Espero que os esté gustando nuestro proyecto que con tanto amor estamos realizando!